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INCERTIDUMBRE EN PASO PIEDRAS Y EL OMBÚ POR EL AVANCE DEL AGUA EN EL RÍO SALADO

Las Lilas: “Pasamos de la preocupación a la desesperación”

La apertura de las compuertas hizo crecer la cota del río y los vecinos están en alerta. Afirman que el municipio hizo un censo y creen que fue para tener datos ante una eventual posibilidad de evacuación. Además: piden una rotonda en Camino al Balneario y Lonegro y la extensión de servicios.

Hace días que las familias de Junín que viven cerca de las márgenes del Río Salado se ven preocupadas por el avance de las aguas y la eventual posibilidad de un desborde.
Así sucede en Paso Piedras y El Ombú, dos barrios situados a la vera del río, en las inmediaciones del Camino al Balneario. Ambos vecindarios corresponden a la jurisdicción de la sociedad de fomento de Las Lilas, cuyo presidente, Gastón Bisio, remarca el temor de los lugareños: “Es un momento bastante crítico, hasta hace una semana estábamos preocupados por el nivel que tiene el Salado, y ahora pasamos de la preocupación a la desesperación, porque han abierto las compuertas para que el agua empiece a correr y por acá ya creció bastante. Los vecinos ya tienen una experiencia muy mala de hace varios años cuando tuvieron un metro de agua o más adentro de sus casas”.
En la última década este sector creció notablemente y se estima que hay medio centenar de familias que viven en esa zona.
En tanto, los lugareños cuentan que en los últimos días “hubo una especie de censo” que se hizo desde Desarrollo Social de la Municipalidad, y aunque no saben exactamente cuál es la finalidad, creen que fue para tener datos ante una eventual posibilidad de evacuación.
“Nosotros presentamos una nota pidiendo que el intendente se ponga al frente del tema del agua y que nos dé una respuesta ante la preocupación de los vecinos”, insiste Bisio.
Además, el dirigente fomentista solicitó una reunión con las autoridades de la
Secretaría de Obras y Servicios Públicos, pero no fue atendido: “No queremos ser otra La Emilia, porque uno ve cómo viene el agua, con la fuerza que corre y la altura que tiene el río, y mete miedo. Los vecinos están alarmados, porque el que vive cerca está a 20 metros de la costa, pero los más alejados están a no más de 150 metros. Necesitamos que nos den tranquilidad y la seguridad de que tienen este tema controlado”.

Infraestructura
El barrio Las Lilas se extiende por un kilómetro y medio a ambas márgenes del Camino al Parque Natural Laguna de Gómez. Sus límites son: la Ruta 7, la calle Moreno y su continuación, Los Teros, Los Manzanos y el mencionado Río Salado.
Los fomentistas reclaman que se le dé a este sector “un tratamiento urbano, no más como zona de quintas” ya que aquí hay más de 200 familias con vivienda permanente.
“En lo que va de gestión de este Gobierno, es la cuarta vez que presentamos pedidos por las mismas obras –explica Bisio–, la verdad que no tenemos el diálogo que nos prometieron, y las demandas son las mismas: cloacas, agua, señalización, mejora de calles, arreglo de pozos, luminarias y demás”.

Rotonda
Los dirigentes del barrio consideran que se debería aprovechar la obra de repavimentación del Camino al Balneario para desarrollar una rotonda o dársena de giro en la intersección con la calle Lonegro, un viejo anhelo de los residentes.
“Esa arteria es una alternativa muy usada para evitar el cruce de la Ruta 7 –comenta Bisio– y es un lugar de mucho riesgo que lamentablemente ya se cobró vidas, y también solicitamos que el asfalto de Lonegro se extienda hasta Benito de Miguel. En Obras Públicas recibieron esta propuesta y ahora esperamos que lo hagan porque, inclusive, la gente que vive en Paso Piedras o El Ombú, si vienen de Junín, los domingos se les hace prácticamente imposible doblar hacia la izquierda, es muy peligroso”.

Seguridad
Hace menos de un año los habitantes de esta zona mostraban su inquietud por la “ola de inseguridad” que había en Las Lilas. Lo cierto es que ahora “el tema un poco se calmó o lo controlaron”.
En tal sentido, Bisio agrega: “Tenemos el patrullaje de la cuadrícula uno, que lo vemos circular permanentemente. En su momento, los vecinos de este barrio y los otros linderos pusieron su granito de arena para la construcción del destacamento del GAD que nos habían prometido una suerte de apoyo o de patrullaje, pero hoy no lo tenemos, aunque sí el de la cuadrícula”.<

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